sábado, 8 de noviembre de 2008

Juegos de rol

En un juego de rol una serie de personas (o jugadores) interpretan a unos personajes en un mundo ficticio, ayudados por un narrador (director de juego o master). El lugar de juego puede ser de lo más variado. Desde una casa de un pobre narrador que ve como sus jugadores se atiborran de patatas fritas mientras piensa "¿Cómo demonios voy a limpiar todo esto?" hasta el sueño dorado de todo jugador: El Local, pasando por bancos en plazas, portales, parques e incluso bares (de hecho yo juego desde hace tres años en un local de venta de bocadillos que se anuncia en la tele, y os aseguro que llevo más tiempo que cualquiera de los que trabajan allí).

¿Parece complicado?. No lo es. Es más, jugar es lo más simple del mundo. Lo único que tienes que hacer es decir lo que tu personaje haría en cada situación que te plantea el narrador. Al contrario que en el teatro no tienes un guión y nadie va a estar soplándote el papel. Tú decides, y dependiendo de las acciones que decidas emprender tendrás más o menos éxito en la actuación.

Así, podríamos decir que los jugadores son como actores de teatro con plena libertad de acción. Pero, ¿para qué sirve entonces el narrador?. Pues es sencillo. El narrador es el que te cuenta la historia, el que te da el marco que necesitas para poder desarrollar tu personaje. Imagínate a ti mismo siendo un avezado pirata de los mares del sur, la piel oscura y curtida por todos los años al sol, con un aro de oro en el lóbulo de la oreja izquierda, un pañuelo rojo en la cabeza que ondea al viento y un alfanje en las manos dispuesto para luchar contra los soldados españoles en busca de botín. Ya tienes tu personaje. Pero ahora necesitas un barco, un mar y enemigos a los que robar.

Pues es entonces cuando interviene la figura del narrador. Él se encarga de asegurarte que tengas tesoros que encontrar, barcos que asaltar y españoles a los que degollar. ¿Cómo?. Bien, esa es la parte más difícil del juego de rol, pero sin duda la más edificante. El Narrador utiliza toda su imaginación al servicio del juego. Se encarga de preparar la trama, las escenas dramáticas, los amigos y enemigos inolvidables…podríamos decir que si los jugadores son el alma del rol el narrador es la mente del juego.

Sé lo que estás pensando: eso debe de ser una estupidez. Para críos está bien, pero para gente medianamente adulta es una estupidez. Dejé de jugar a los dragoncitos cuando tenía diez años y no me voy a poner ahora a hacer el payaso en mi casa y mucho menos en medio de la calle….

Piensa que el rol es más que eso. No te voy a decir que es una forma de vida (hay gente que lo considera así) pero tienes que pensar en ello como si fuera una oportunidad de ser otra persona, algo que siempre soñaste ser. ¿Quieres ser un guerrero musculoso como Conan?. ¿O tal vez desees ser un asesino frío y calculador?. ¿O quizás un experto en informática, capaz de enfrentarse a terribles programas de defensa en el más puro estilo Mnemonic?.

Y puedes ir aún mas lejos, jugando personajes que jamás imaginaste interpretar. ¿Qué siente un vampiro cuando mata, cuando aplica sus labios sobre una herida en el cuello de una víctima?. ¿Es feliz?. ¿Disfruta haciéndolo?. ¿O acaso le repugna, pero debe hacerlo, como quien debe tomar una medicina que odia pero que necesita?. Eso lleva al extremo la imaginación del jugador, su capacidad interpretativa y su facultad de expresar emociones.

Ahora bien, llega la terrible respuesta: "La verdad, no creo estar a la altura, debe ser muy difícil".

No te voy engañar, puede llegar a serlo. Si el Narrador se lo propone, puede hacerte sudar sangre. No es lo mismo desarrollar una acción en una batalla, donde lo que tienes que hacer es trinchar, pinchar y triturar a los enemigos, que conseguir descubrir al culpable de los asesinatos rituales que acontecen todos los primeros de mes en la universidad.

En el primer caso tendrás que plantear una estrategia para matar sin que te maten. En el segundo tendrás que buscar pistas, interrogar sospechosos, buscar antiguos miembros del profesorado, indagar en bibliotecas sobre la historia de la universidad…

En los dos casos el juego es apasionante. Tal vez pienses que el segundo es demasiado complicado, pero tampoco lo es tanto. Todos hemos visto películas de detectives, y podemos llegar a sacar la trama (acaso el profesor de historia bíblica jubilado sabe algo de los asesinatos).

Así que un jugador novato tiene que plantearse el juego como un reto a su inteligencia. Os aseguro que cualquiera un poco de imaginación puede divertirse a lo grande jugando a rol.


¿Qué necesito para jugar?
Físicamente

Para jugar al rol necesitas un papel, un lapiz y unos dados. Ninguno de estos enseres en imprescindible, pero ayuda bastante. Hay decenas de libros que te ayudarán en la tarea, y te recomiendo que compres alguno para iniciarte y veas como funciona antes de lanzarte a hacer un juego propio. Yo, por ejemplo, estoy diseñando ahora uno, pero llevo jugando cinco años y muy a gusto con los juegos que existen en el mercado.

Puesto que hay diversidad de formas de juego no voy a dar explicaciones detalladas. Tan sólo daré un par de detalles que coinciden en los juegos de rol.

En todos los juegos de rol interpretas a un personaje. Y dependiendo de este personaje tienes una serie de habilidades. Por ejemplo, un camionero sabe manejar camiones, pero no tiene porqué saber pilotar aviones. Así que normalmente todo jugador tiene una Hoja de Personaje, en la que se hallan reflejados sus habilidades.

Con los dados lo que determinamos es el éxito o no de una acción en particular. Ten en cuenta que un piloto de aviones sabe pilotar, pero si se halla en una situación extrema (aterrizar en una pista con tormenta y sin luces) todo va a depender de su habilidad y en su suerte para atinar con el lugar correcto. De esta forma, cuando el piloto dice algo así como: "Me enjugo el sudor de la frente, fijo la mirada en la pista y rezando lo que sepa, acciono la palanca y bajo al suelo" el Narrador tiene que ver la dificultad de esa acción y decidir si va o no a poder hacerlo en virtud de su habilidad y de la "suerte" que tenga en ese momento.

Los dados a utilizar son de variadas formas, colores y tamaños. Desde los clásicos dados de seis caras hasta los sofisticados dados de veinte o de cuatro caras. Dependiendo del juego se utilizarán unos u otros. La forma de determinar el éxito o fracaso de las acciones varía completamente de un juego a otro, así que no puedo darte una respuesta concreta a esa pregunta. ¡Lo siento!. sin embargo los juegos de rol casi siempre son tremendamente flexibles, pudiendo en casi cualquier caso adaptar un poco las reglas segun sea necesario (y en eso ayuda mucho el director de juego o el master o como lo quieras llamar).

En realidad

Necesitas dos cosas: narrador y jugadores. Lo más complicado de encontrar es el narrador. Normalmente suele ser un antiguo jugador que ha decidido empezar a dirigir, aunque conozco casos en los que un grupo ha empezado de nuevas con un narrador novato y las cosas no han salido tan mal.

Si no tienes grupo y todos sois nuevos recomendaría que os pasarais por algún grupo ya formado para ver como funciona la cosa. Si conocéis alguno estupendo. Si no…bueno, tampoco es el fin del mundo. Sólo hay que indagar un poco y siempre hay gente que os puede invitar a alguna partida. Hay jugadores de rol por todas partes.

De todas formas, si ves que no encuentras "por los métodos normales" a nadie, siempre puedes buscar a gente por internet, en alguna lista de correo o similar. Y si aun así no encuentras a nadie, o no sabes como hacerlo, puedes contactar conmigo en mis direcciones de e-mail gatodesing@gmail.com o apuntadelapiz@yahoo.com yo tambien me la paso buscando jugadores...
por cierto, tengo algunos libros por si se animan a jugar y no consiguen como empezar.

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