viernes, 17 de octubre de 2008

Oración del amante perdido

¿He fracasado señor?
Pregunto… no lo sé.
Que pueda levantarme el ánimo,
qué me puedes decir tú, amigo…

¿Mi amor se quedó en la nada?
Mi corazón se impregno en piel
y encontró sus latidos en la almohada.
¿Donde sigo?

Camino bajo la lluvia y busco mi camino.
En los pasos solitarios de mi pensamiento
la lluvia siempre me pareció bella
¿Donde estas metido mi amigo?
Necesito saber qué es esto.
Esta tristeza cálida que cae con ella…

Necesito respirar algo distinto
Que no sea mi vida, mi común.
Necesito dar ejercicio
a un alma sin rodillas…

¿Qué más podía hacer por ella?
Manos, piel y huesos,
sangre, vida, corazón,
sol, luna y estrellas…
Fantasía y sueños,
espacio y tiempo,
y el deseo de ser dueño
y esclavo a su encuentro…


Y todo se desvanece
como el viento...

No me pidas que no llore al ver
que tengo el alma de arena
y se me deshace…

No fue suficiente…
ya lo veo…
Trataré de hacerme más fuerte
y ver si puedo…

Los pinceles que me esperan con paciencia
no entienden por qué no los veo.
Tendré que darme la vuelta
y empezar desde cero…

Y ese bendito cuadro en la pared
que me reprocha…
que todo lo que quise con ansias locas
se quedó congelado como él…

Tengo dos necesidades ahora…
La de quebrarme como un trozo de hielo que se cae
y fundirme otra vez con el mundo,
no importa lo sucio que quede…
y que la tierra me tome como un alimento…

O procurarme un par de alas y volar…
Salir a buscar otro lugar
donde un otoño me guarde un parque
y fundirme con la idea de vivir
una vida cada minuto…

Me iré por el aire y por la lluvia,
por el futuro empedrado que se me plantea…
Patearé las piedras del camino
como quien se patea la conciencia.
De que a pesar de haber dado todo
no pudo dar nada realmente…

Fracasé señor… lo sé
Miro mis manos vacías
y lo entiendo…

Como un animal que da sus últimos mordiscos
mi corazón no logró sobrevivir.

Ahora ayúdame a salir…
Quiero aprender de esto.
Que aunque sea un fracaso no es el fin.
Y si puedo levantarme con el viento
y tomar el sol en mi cara
entonces quizás como las hadas,
de los aplausos renazca mi esperanza…
Y transforme una guerra perdida en batalla…

Pero necesito recuperar mi sangre
de tinta y color…
Y mis manos de arena mojarlas en lluvia…
A eso voy…
A escribir paginas nuevas
y corregir…
Quiero morir y renacer
como un fénix de carne y hueso
que se quemó en el dolor de ser un idiota
que perdió su vida sin remedio.
Y con alas nuevas conocer nuevo cielo…

Que con fe tendrá otra vez la misma estrella...
O también aprenderá a existir sin ella…

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Aunque parezca que uno pierde su vida en cada desilusión vivida, nada está más lejos de la verdad...
Las desilusiones sólo son un compás de espera, un espacio de tiempo para que el corazón surja con más vida todavía.
Muy bello tu poema...
Un saludo!
Karli